Manifiesto por un Aprendizaje Basado en Fenómenos.
¿Qué se enseña cuando ya no hay futuro?
¡Se enseña a vivir! Se enseña a escuchar las necesidades de quienes habitarán el entonces y el allí, y no en el aquí y el ahora.
Estos son los principios del Aprendizaje Basada en Fenómenos (ABF) , donde los viejos modelos de educación bancaria han sido destronados y se lucha por su eliminación.
Dentro del ABF el maestro no tiene autoridad, el maestro no conoce la verdad, el maestro no tiene la última palabra, el maestro no decide qué enseñar, el maestro no nos dice qué vamos a aprender.
En el ABF el maestro es un mediador que acompaña al estudiante y sus necesidades. El estudiantado, en lo individual y en lo colectivo, es quien dice al maestro lo que quiere aprender, lo que quiere conocer y de lo que quiere saber.
Para el ABF es necesario conocer los contextos sociales, familiares y económicos del estudiantado; una clase a las 7 am no es igual para alguien que vive a 3 horas de distancia de la escuela como para alguien que vive a 20 minutos. Si se llega tarde no importa, porque lo vital es que se llegue.
Para el ABF no importa si la maqueta se rompe al aventarla desde un tercer piso, o si la montea esta chueca; lo que importa es que el estudiantado conozca y desarrolle habilidades que le permitan ser un potencial y no un repetidor de contenidos arcaicos.
Así, como maestros de un país tercermundista que programa maquileros y mano de obra, lo que nos importa es que el estudiantado viva, socialice, reflexione y construya su propio aprendizaje para lo que éste considere necesario. Y ya no para servirle a alguien más.
Apostamos por el ABF como una enseñanza afectiva y alegre.
Este material se creó con el apoyo del programa PAPIME PE400723 “La formación histórico artística y del diseño desde la educación basada en fenómenos”, y se comparte bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.